Huyo del detalle, lo aborrezco.
Aún así vuelve a mi en cuanto me descuido. Admiro la maestría de los maestros vivos y muertos, su inmensa paciencia y maravillosa técnica ¡Me muerde la envidia!
Pero yo no, no quiero pintar al detalle... demasiado tiempo dibujándolo con técnicas opuestas a las que aquí necesito. Me aburre entrar en detalles.